El despido objetivo

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Hoy te vamos a hablar del despido objetivo. Se trata de aquel en el que la empresa aduce causas ineludibles o demostrables para prescindir del trabajador. Conlleva una indemnización de 20 días por año trabajado, con un máximo de doce mensualidades. En la carta de despido que te entrega la empresa tienen que venir especificadas algunas de las siguientes causas que justifican el despido:

-Causas económicas, técnicas, organizativas o de producción de la empresa.

-Incompetencia del trabajador conocida o sobrevenida.

-Que el trabajador no se haya adaptado a las modificaciones técnicas operadas en su puesto de trabajo.

-Faltas de asistencia al trabajo, aun justificadas pero que hayan tenido un carácter intermitente y continuado en el tiempo.

A la hora de realizar un despido la empresa debe seguir un procedimiento concreto, de manera que si no es el correcto, el despido podría ser declarado improcedente, incluso cuando existan causas que lo justifiquen. El proceso debería ser como sigue:

1. Se entrega la carta de despido al trabajador, indicando la fecha de efecto del despido, así como la causas justificativas del mismo. 

2. La empresa te entrega la indemnización, en el caso de que corresponda, bien sea mediante transferencia bancaria o mediante un cheque. Si el cheque carece de fondos, el despido podría ser considerado como improcedente por los tribunales. Además, un error en el cálculo de esa indemnización también puede convertir el despido en improcedente, salvo cuando se trate de un error excusable.

Si te han despedido y tienes dudas, recurre a un abogado laboralista en Madrid centro. Será la mejor inversión que puedas hacer.