Desde nuestra experiencia como gestoría y asesoría en el centro de Madrid queremos llamar hoy tu atención sobre un problema que impide el crecimiento de muchas pequeñas empresas en nuestro país. Un problema que comprenderás perfectamente a través de un ejemplo. Supongamos que tu empresa cuenta con 49 empleados. Según la legislación está considerada todavía una pequeña empresa, sólo con contratar a un empleado más su calificación pasaría a ser de mediana empresa.

Sin embargo, al contratar a ese empleado se incrementan los gastos de gestión y se pierden una serie de facilidades de las que gozan las pequeñas empresas. Por ejemplo, el pago fraccionado del impuesto de sociedades, que en las pequeñas empresas es del 18%, pasa a ser del 21%. Al cambiar la calificación de la empresa sus cuentas anuales y el informe de gestión, algo de lo que habitualmente nos encargamos en nuestra gestoría y asesoría en el centro de Madrid, deben ser obligatoriamente revisados por un auditor de cuentas, lo que incrementa, y mucho, los gastos anuales de gestión.

Las pequeñas empresas están autorizadas a presentar lo que se conoce como cuentas abreviadas, una posibilidad que está vetada a las medianas y que, lógicamente, nos triplica el trabajo que tenemos que realizar las gestorías por lo que nos vemos obligados a incrementar también su cuota.

 Las empresas con menos de 50  trabajadores no están obligadas a tener un comité de empresa, cosa que es obligatoria en las que superan ese número. De modo que contratar a un empleado supone para el empresario unos costes de gestión considerablemente más grandes, algo que, a muchos clientes de Gestoría Garde les impide el crecimiento de su empresa.